Hola a todos.
Esta expresión es de mi madre, muy de zamora y no se si conocéis lo que significa, pero es algo así como que parece que estaba terminado el trabajo y aún queda un resquicio, algo de última hora, el final inesperado, bueno, pues lo que me ha pasado a mí.
Supongo que sería por ganazas que tenía de que esto terminara y de que mi vida fuese más normal, que me pensé que el día 14 de agosto terminaba mis sesiones de anticuerpos, que aunque mucho trastorno "cuerpil" no me hacen, pero no deja de ser una pringada, de ir, estar, chutar, adormilada todo el día y parte del siguiente, cansancio.... y un poquito de mal humor, pues pensé mal, cual a sido mi sorpresa que al ir el día 5 a la revisión, me "espeta" el médico, mi oncólogo favorito (Dr Álvaro Sanz Rubiales), que NO, que aún no he perminado, parecía una conversación de besugos, él diciendo que me quedaban tres sesioncillas más y yo segura de que ya no quedaba nada....¡¡ qué cara tenía el pobre hombre !!, yo creo que estaba más descompuesto que yo.
Pero así ha sido, despues de nuestra leve discrepancia, me aseguró que hasta el 17 de octubre debo seguir tratándome para prevenir.
Tras meditarlo detenidamente y pasar el primer sofoco y acaloramiento, y según dice mi hermana la grande, no pasa nada, así lo celebras dos veces.
Pues ya lo sabéis, de celebración en celebración y tiro por que me toca, y además, sigo sin ir a trabajar fuera de casa, o sea, sigo trabajando "solo" en casa. (Admiro a las muchas mujeres que están siempre pendientes de su casa, las mismas tareas todos los días, las mismas conversaciones y ese ritmo que a pesar de marcarlo tú, habitualmente es acelerado, rutinario y poco agradecido).
Y hablando de celebraciones....me voy a preparar, con las pocas ganas que tengo, para comenzar esta misma tarde con las fiestas de la Virgen del Villar, en este pueblo mío de adopción....
Y que viva la fiesta.
Besos y abrazos para todos.
